PORQUÉ SOY HINCHA DE MILLOS

Por Manuel

Mi primer acercamiento a esta pasión futbolera fue en el año de 1982 gracias al mundial de España, disfrutado plenamente en el, por entonces reciente, televisor a color de mi casa. En los días previos a la gran fiesta se hablaba del torneo anterior y fue así como Mario Alberto Kempes se convirtió en mi primer ídolo. Por esos días también se disputaba una copa libertadores con participación del famoso Flamengo de Zico y el Boca Juniors de Maradona. Zico me pareció mejor persona y más fino para jugar y entonces mi equipo a apoyar en el mundial fue Brasil, la gloriosa selección del 82 que no alcanzó el título a pesar de mostrar un fútbol que según los expertos no se veía desde el 70.

En el año 83, ya sin mundial, mi pasión futbolera buscó alojarse en Colombia, por entonces el equipo de moda era el Deportes Tolima quien había logrado dos subtítulos consecutivos y sendas participaciones en Copa Libertadores luciendo un esperpéntico uniforme adornado por la inconfundible K de Kokoriko. Debo confesar que por aquel entonces me dejé tentar por la emoción nacional y apoyé al vinotinto y oro.

Fue en una tarde de domingo, de la que no puedo dar fe que existió, en la que todo mi interés futbolístico se volcó sobre un equipo por el que mostraré fidelidad hasta que muera. Esa tarde mítica un arquero argentino que atajaba para ese equipo de la capital, detuvo tres tiros de pena máxima y su equipo triunfó. El arquero: Antonio Pedro Vivalda, el equipo: MILLONARIOS!!![i]

Ese año y el siguiente, millos fue subcampeón y clasificó a la copa libertadores, torneo en el que América llegó a la final y gracias a ese amor intenso por millonarios que no me permite apoyar a un equipo rival así esté representando a Colombia, le hice fuerza a Argentinos Juniors y después a River Plate del que a la postre también me convertí en hincha, por aquello de ‘el equipo millonario’. Los 80 fueron años en los que millos todavía gozaba del prestigio que le daban sus 11 estrellas, de lejos el más veces campeón y la época del dorado estaba menos lejana. Millos siempre era candidato al título e incluso en 1987 y 1988 se alcanzaron las estrellas 12 y 13, llenas de polémica como todo en nuestro narcofútbol colombiano de esa épocas. No tenía quien me llevara al estadio entonces, así que solo podía ver a mis grandes ídolos por televisión: Vivalda (QEPD), Barberón (dueño de un pique endiablado, gracias al consumo de marihuana según mi tío), Videla (El histórico ‘Panza’ subcampeón de la copa intercontinental de clubes), Vanemerack(bogotano por adopción, talento y garra que tanto extrañamos), Conde(el papá, mucho mejor que el hijo), el pájaro Juarez, Rubén Darío Hernández, Funes(el búfalo de San Luis), Iguarán(goleador con millos, goleador de copa América), la gambeta Estrada (el inolvidable gol a Higuita, después de sostener el balón en la cabeza), Prince, Peluffo, Pimentel (tres metelones patabravas pero muy recordados). Alguna vez me regalaron una revista de millos y mi cuarto estuvo adornado por varios años con un afiche en el que aparecía el Pibe Valderrama vistiendo la camiseta azul.

Un hombre durante su vida, cambia de ideas políticas, cambia de novias, cambia de religión y algunos hasta cambian de sexo, pero un verdadero hombre, jamás cambia de equipo de fútbol. Es una fidelidad que las mujeres (y tristemente algunos hombres) no pueden entender y no es resultado de algún pacto secreto o del miedo al reproche es simplemente el reflejo de una pasión inexplicable capaz de arrancar lágrimas de alegría y de tristeza y que hace que la camiseta del equipo de los amores se sienta como una segunda piel.

En los 90 me convertí en un hincha de los que van al estadio y, aunque nunca he sido un ‘barrabrava’ sentí como la pasión por el azul crecía cada vez mas y entonces fue evidente que ese amor jamás lo iba a sentir por equipo alguno. Desde entonces las alegrías han sido menores pero han seguido pasando por millos jugadores grandes que se han ganado a pulso un lugar en el corazón de los hinchas: Bonner (el histórico), Jhon Mario (el mejor volante de creación bogotano que he visto jugar), Osman (el fosforito, defensa central y modelo jajaja), domínguez (ilustre hijo de galapa famoso por sus cobros a 3 dedos), el muelas León (gran goleador sin fisonomía de delantero), Carlos Rendón, el gato Pérez (el más farandulero de todos), Andrés Pérez (lo más parecido a Vanemerack que ha producido el fútbol bogotano), Chitiva (lástima que se fue tan jovencito y menos mal que no se fue para otro equipo en Colombia), el flaco Rivera, Lunari, Burguez (uruguayo, uruguayo!!! Un señor como de la misma estirpe de Francescoli), Oscar Cortés.

Estos últimos años han sido aciagos, ya completamos 19 años sin título (y todavía no se ve clara la luz al final del túnel), hemos sido agobiados por fantasmas como el descenso e incluso la desaparición del club, pero el número de hinchas no para de crecer y es que así son estas cosas inexplicables del amor.

[i] A los fanáticos de las estadísticas no les puedo sostener que los hechos hayan sido como los describí, solo puedo decir que así reposan en mi memoria y si eso nunca pasó, fue una magistral jugada de los dioses del fútbol en mis neuronas y mi alma para convertirme en hincha del glorioso azul.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

REINICIO

LOS ZAPATOS COLGADOS DEL CABLE

EL DIA QUE CONOCÍ A LA BISNIETA DE GUILLERMO VALENCIA EN UN AVIÓN