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Mostrando las entradas de julio, 2007

LA MADRE NATURALEZA

Por Alejo Quintero El depredador conoce la jungla, es su ambiente natural. Hace un rápido reconocimiento visual del área, agudiza la vista y el olfato, y a la distancia identifica su presa. Es justo lo que necesita para satisfacer su necesidad. Se desplaza con cautela, la jungla está plagada de depredadores y presas, pero nada distrae su atención. Su objetivo es claro, cada movimiento hace parte del juego preciso para alcanzar su cometido. La presa mientras tanto, continúa su trasegar inocente. A veces me pregunto ¿Qué tan inocente? ¿Y si la presa de antemano conociera su condición y conscientemente hiciera parte de este juego? No importa, con la madre naturaleza todo puede pasar, yo por ahora sigo optando por creer en la inocencia absoluta de la víctima. El depredador sigue avanzando con precaución mientras la presa permanece la mayor parte del tiempo inmóvil y sus escasos movimientos tan solo incitan más el apetito del depredador. El depredador recorre el área de su presa formando su

GOLAZO

Por Alejo Quintero En el salón siempre nos hemos dividido en dos grupos: “los del equipo” (de fútbol) y “los demás”. Así como entre “los del equipo” hay algunos que están por pura amistad pues son unos troncazos para el fútbol; también entre “los demás” contamos con algunos talentosos que no son parte de “los del equipo” porque le caen mal. Ah, también está Darío, que cuando estábamos en cuarto año le decíamos ‘el marica’ porque siempre jugaba baloncesto con las niñas. Pero en séptimo año, cuando nos empezaron a gustar las niñas, nos confesó que a él le gustaban desde antes y a la par que jugaba baloncesto con ellas, se había besado con casi todas. ¿Se da cuenta? nosotros diciéndole marica y el tipo tremendo casanova precoz. Pero bueno, lo que le quiero contar no es la vida de Darío sino la historia de mi golazo. En el grupo de “los demás” siempre armamos un equipo para competir en el torneo del colegio, nunca hemos pasado a la segunda ronda. Yo siento un poco de lástima por los talen

VERSIÓN 2.0

Por Alejo Quintero La primera vez que escuché hablar de ella fue mientras viajaba en un bus, un pasajero le comentaba a otro que se había visto obligado a andar esos días en transporte público por un accidente sufrido días atrás en su carro. - Fue una situación bastante extraña, bajaba yo del puente de la avenida NQS sobre la calle sexta y el carro que venía delante de mí se detuvo súbitamente y no pude evitar chocarlo. El tipo dijo que era porque se le había atravesado una anciana. Fue un accidente múltiple porque en los cuatro carriles pasó algo similar al mismo tiempo, sin embargo nadie pudo describir muy bien a la anciana y cuando intentaron buscarla… El hombre detuvo su relato porque al parecer le incomodó que los demás pasajeros estuviéramos tan atentos de la historia. La historia siguió rondando mi cabeza hasta unas semanas después cuando mi cuñado me contó que por poco lo estrellan en el mismo sitio donde había descrito el pasajero del bus y la causa había sido una anc