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Mostrando las entradas de junio, 2007

BIOGRAFÍA

Por Alejo Quintero No recuerdo muy bien cuándo nací ni en que país, mi mamá dice que soy de Taiwán pero que mi nacionalidad es americana. En los recuerdos más lejanos de los que tengo memoria me veo al lado de otros como yo, lleno de ansiedad por conocer mi destino y con la angustia que siempre me ha producido esta imposibilidad de moverme. No me siento muy orgulloso de mi color pero debo aceptar que gracias a él nunca paso desapercibido. Mi madre ha contado cientos de veces la forma en la que llegué a su vida y cada vez que la escucho me siento muy orgulloso de que ella me haya elegido a mi y no a otro. Recién llegué a la casa de mamá viví con ella en su cuarto, ella era una adolescente, tan hermosa como siempre ha sido pero mucho menos preocupada por las cosas de la vida. En mi presencia hablaba con sus amigas de los tipos que le gustaban y de los que no le gustaban pero la asediaban constantemente, fui testigo de muchas de sus eternas conversaciones telefónicas de jovencita enamorad

PORQUÉ SOY HINCHA DE MILLOS

Por Manuel Mi primer acercamiento a esta pasión futbolera fue en el año de 1982 gracias al mundial de España, disfrutado plenamente en el, por entonces reciente, televisor a color de mi casa. En los días previos a la gran fiesta se hablaba del torneo anterior y fue así como Mario Alberto Kempes se convirtió en mi primer ídolo. Por esos días también se disputaba una copa libertadores con participación del famoso Flamengo de Zico y el Boca Juniors de Maradona. Zico me pareció mejor persona y más fino para jugar y entonces mi equipo a apoyar en el mundial fue Brasil, la gloriosa selección del 82 que no alcanzó el título a pesar de mostrar un fútbol que según los expertos no se veía desde el 70. En el año 83, ya sin mundial, mi pasión futbolera buscó alojarse en Colombia, por entonces el equipo de moda era el Deportes Tolima quien había logrado dos subtítulos consecutivos y sendas participaciones en Copa Libertadores luciendo un esperpéntico uniforme adornado por la inconfundible K de Koko

TRANSMILENIO RUTA B-71

Por Alejo Quintero Ella se subió al bus en la estación del Restrepo y de inmediato se ubicó en la parte central del bus articulado, la zona del fuelle donde no hay sillas. Él, sentado en el piso, leía un libro tranquilamente hasta que sintió frente suyo una presencia perturbadora. Con su mirada fue recorriendo el cuerpo de ella desde los pies hasta el rostro, deteniéndose sutilmente en los dos tentadores montes que formaban sus senos por debajo de su camiseta. Se encontró con esos ojos negros radiantes que adornaban con majestuosidad ese rostro que, sin ser tan bello, era imposible dejar de mirar. Ella, consciente de todo eso, también mostraba una timidez que aumentaba su gracia. El no pudo continuar la lectura y empezó a buscar de cualquier manera adueñarse de su mirada. Los demás pasajeros, lejanos y fríos, empezamos a sentir la emoción que transmitía esta escena. Él en una lucha silenciosa y ella tratando de no mostrarse consciente de todo lo que ocurría. Con frecuencia los rostros