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Mostrando las entradas de mayo, 2007

EFECTO COLATERAL

No era fácil entrar en ese lugar tan misterioso. Era tanta la inquietud que me generaba que incluso una noche soñé que ingresaba y, con sorpresa, descubrí un lugar místico y lleno de paz, un sueño encantador del que no hubiera despertado a no ser por esa maldita mesero con voz de castor. Me desperté riéndome. Llegó un viernes cualquiera en el que por fin pude ingresar al sitio. La puerta se confundía con la fachada hecha por completo en láminas metálicas de formas góticas. Para ingresar tuve que pararme en un círculo rojo que cada día aparecía en un lugar diferente frente a la fachada, allí esperé hasta que una luz me alumbró desde arriba y la puerta se abrió. Algunos aseguraban que la puerta siempre estaba en la misma parte, a mi me dio otra sensación. Al cruzar la puerta llegué a una zona aislada donde fui sometido a una requisa minuciosa y pagué por el ingreso al lugar. Al lado mío había un tipo que se había arrepentido de entrar, lo estaban retirando por otra puerta y según cuent

POR LOS LADOS DE LA SEXTA

Por Alejo Quintero Jair salió de su apartamento cuando ya estaba aburrido de ver televisión. Lleva 3 meses viviendo en ese viejo edificio del barrio centenario, por donde empieza la sexta y donde dizque fue que apareció muerto Andrés Caicedo, pero eso a quién le importa si ya casi nadie sabe quien fue ese man. Se fue caminando por la sexta en medio del bochinche y la rumba, con esa elegancia que ahora lo caracteriza y seguro de que si se encontrara con sus viejos amigos no lo reconocerían. Pero a quién se va a encontrar, si Cali ya no es la misma, ni la sexta es la misma y ni siquiera él es la misma persona. ‘Es increíble que todavía exista el bar en el que conocí a Carolina’ pensó, mientras su mente se llenaba de recuerdos. Fue una noche de feria y él había ido con sus amigos del colegio a conocer hembritas y pegarse una borrachera la hijueputa porque ‘esta es la mejor feria del mundo, oís’. Como a las 8 de la noche llegó una vieja buenísima que caminaba como una reina y la acompaña

PARADOJAS

Juan es tal vez el mejor arpista que he conocido en mi vida, su familia cuenta que desde niño mostró un talento sorprendente por la interpretación de aquel instrumento y que, con disciplina y muchas dificultades, se dedicó a cultivar ese talento pero como la situación económica de la familia siempre fue difícil, no lo pudo asumir como profesión. El único oficio diferente a la música que aprendió Juan fue el de albañil al lado de su tío con quien trabajó desde muy joven. Con ese trabajo se pagaba algunas horas de estudio los fines de semana, en una academia de música. Después de años de trabajo y ahorros difícil, compró un arpa usada y él mismo la dejó como nueva, entonces dejó de asistir a la academia y empezó a practicar todas las noches cuando llegaba de trabajar, en ocasiones se le hacía muy difícil porque sus manos agotadas no se desempeñaban igual. A los 21 años Juan entró a hacer parte de un grupo musical y pensó que estaba próximo su retiro como albañil, pero como el grupo era p