EN UNA AMBULANCIA
Por Alejo Quintero. Joaquín sabía que la próxima vez que se encontrara con Gerardo las cosas no iban a terminar bien. Un domingo por la tarde mientras caminaba de regreso a su finca, vio a lo lejos, en la puerta de la tienda de Doña Carmen, a su enemigo, se acercó sigilosamente y cuando se encontraba a una distancia conveniente desenfundó el machete, lo estrelló contra una piedra para que el sonido alertara a su contrincante porque no quería ser un enemigo desleal. Tan pronto escuchó el golpe, Gerardo entendió el mensaje, soltó la botella de cerveza que tenía en la mano y rápidamente desenfundó el machete y tomó posición de combate. Doña Carmen no permitió que pelearan en frente de su tienda así que enfundaron nuevamente y se fueron a un potrerito solitario propiedad de Venancio López. Nadie los acompañó. En el potrero desenfundaron nuevamente y empezaron a retarse estrellando los machetes contra el piso y cambiándolos de mano con maestría. Joaquín percibió un descuido de su oponente y...