POSLUDIO
By Alejo Quintero Una vez mas se me ocurrió invitarte a uno de esos planes que solo me gustan a mi, una vez mas, como tu dices, tu opinión me importó un culo y una vez mas, a regañadientes me complaciste. Creo que en el fondo a los dos nos gusta este juego tan estúpido. La obra de teatro no fue tan buena pero a mi me gustó, tu por el contrario no disimulaste tu cara de enojo en ningún momento, ni siquiera fuiste capaz de sentarte a mi lado. ¿y para qué carajos me acompaña si se va a sentar en la mierda? Pensé. Mis fortuitos vecinos de silla se reían disimuladamente de mi soledad; a ti nadie te determinó, solamente yo que de vez en cuando apartaba mi mirada del escenario y me embelesaba contemplando tu belleza. Al final de la obra nos reconciliamos comiendo empanada con gaseosa, creo que a ti te gusta que te sorprenda con tonterías, tus ojos jamás me mienten. El tendero se burlaba de mi forma de comer, tanto que ni siquiera se percató de tu presencia. Parecía que yo fuera el único capaz...